Así es vivir sin dietas con Julia Schulz 

¿Y si no hicieran falta más dietas en tu vida? ¿Y si pudieras cuidarte sin contar calorías, sin prohibirte alimentos y sin castigarte cada vez que comes algo que te gusta? Vivir sin dietas es posible, y también profundamente liberador.

Soy Julia Schulz, dietista online y en Vigo, y durante mucho tiempo pensé que cuidar mi alimentación era sinónimo de seguir una dieta. ¿Tú también piensas que si no pesas la comida, si no cuentas calorías y si no evitas ciertos alimentos estás haciendo algo mal? Entonces sigue leyendo. 

Hoy voy a contarte qué significa para mí vivir sin dietas. No como un lema bonito, ni como una fórmula rápida. Sino como una manera más libre, más honesta y más respetuosa de estar contigo. Esto es lo que comparto cada día con las personas que acompaño.

Dejar de contar calorías, empezar a escucharte

Muchas personas vienen a consulta con la cabeza llena de reglas: lo que se puede, lo que no, lo que engorda, lo que quema más rápido… Y con una desconexión enorme de lo que sienten. No saben si tienen hambre, si están llenas, si les apetece o no algo. Solo siguen normas.

Mi propuesta es volver a lo sencillo: escuchar tu cuerpo, reconocer tus señales y tomar decisiones desde ahí para conseguir o retomar una buena relación con la comida. Puede parecer difícil al principio, sobre todo si llevas años desconfiando de ti. Pero te prometo que es posible ir soltando esa vigilancia constante y empezar a elegir desde otro lugar.

Soltar la culpa y ganar en libertad

La culpa es una invitada habitual en este camino. Culpa por comer algo que “no tocaba”, por saltarse el plan, por tener hambre otra vez. Pero comer no es un delito, y no deberíamos vivir con miedo cada vez que nos sentamos a la mesa.

En nuestras sesiones, trabajamos mucho esto: identificar de dónde vienen esas culpas, ponerles nombre, entenderlas… y empezar a desmontarlas. Porque comer también es disfrutar, y disfrutar no debería doler.

Cuidarte desde el respeto, no desde el castigo

Cuando hablo de autocuidado, no me refiero a hacer todo perfecto ni a seguir una rutina impoluta. Me refiero a mirarte con más amabilidad. A preguntarte: ¿qué necesito hoy? ¿Qué me hace bien? ¿Qué me da calma?

A veces será un plato caliente. Otras veces, salir a caminar. Otras, quedarte en el sofá viendo una serie. Cuidarse también es descansar, poner límites, decir que no, permitirse sentir.

¿Qué ganas cuando empiezas a vivir sin dietas?

La lista es larga, pero te comparto algunas de las cosas que me cuentan en consulta:

  • “Tengo más energía.”
  • “Ya no me paso el día pensando en comida.”
  • “Me siento más libre y menos exigente conmigo.

No es magia, ni un camino recto. Pero es un proceso real. Y cuando dejas de vivir para cumplir con un ideal, y empiezas a vivir para estar bien, aunque parezca increíble todo se recoloca.

Así es vivir sin dietas. Aunque en el camino haya dudas, tropiezos y descubrimientos, lo más importante es que hay mucho más espacio para ser tú y reconciliarte con tu cuerpo. 

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